CENTRO DE ACOMPAÑAMIENTO
¿Quienes somos?
Dentro del gran ministerio de Magdala se ha creado una rama muy especial que es la del acompañamiento espiritual, somos un grupo de laicos que tenemos hambre de acompañar a los demás en el camino de conocimiento de las enseñanzas de nuestra fe católica. Aunque muchos de nosotros contamos con estudios de psicología y dirección espiritual no estamos proveyendo estos servicios, solo damos acompañamiento a los que necesitan una guía, o soporte en el caminar hacia Nuestro Señor.
¿Que es el acompañamiento?
El acompañamiento espiritual es el proceso de guiar a una persona en su camino de fe, para ayudarle a discernir la voz de Dios y crecer en su relación con Él.
En la Iglesia Católica esta guía suele realizarse con un sacerdote o algún líder laico experimentado, mediante conversaciones personales periódicas que buscan apoyar al fiel en medio de sus luchas y dudas.
El acompañante escucha con paciencia, hace preguntas que invitan a la reflexión profunda, ofrece consejos sabios y anima acciones concretas para avanzar espiritual y emocionalmente.
El proceso requiere humildad y apertura de parte del acompañado, quien ha de ser honesto sobre sus experiencias más íntimas, inspiraciones y tentaciones en un entorno de confianza y sin prejuicios.
Un buen acompañamiento católico reta al creyente a confrontar zonas de pecado o dolor para encontrar sanación, le nutre a través de enseñanzas y discernimiento, y le motiva a servir al prójimo desde el amor.
El objetivo final es invitar al fiel a una entrega más profunda a Dios, comprender su plan único para él, y animarle a vivir una vida más centrada en Cristo.
El acompañamiento en la Biblia
El carisma de acompañamiento. En la Biblia no se habla de acompañamiento, se emplea en la Biblia paidagogeo, que de ahí vino la palabra “pedagogía”; significa enseñar/instruir y se puede traducir por pastorear.
En la palabra de Dios tenemos muchos ejemplos de acompañamiento: hay ejemplos muy entrañables, aunque generalmente la Biblia no describe mucho las cosas porque tiene un tipo de teología narrativa, pero podemos ver algo de esta actitud en líderes como por ejemplo Moisés y Josué o Elí y Samuel o Elías y Eliseo. En el Nuevo Testamento quizá la relación más clara de esto es la de Ananaias con Pablo, Pablo con Timoteo. Se conservan dos cartas a Timoteo, que no son de San Pablo, sino posteriores, pero que reflejan un poco esa actitud de Pablo hacia quien fue su discípulo quizá más importante y en ellas se dan una serie de consejos que sirven para todas las circunstancias y para todas las épocas a este nivel.
Se entiende en el cristianismo de hoy en día el acompañamiento es un don de importancia extraordinaria. Todos los dones son importantes pero, precisamente en el momento en el que estamos hoy, tiene una importancia extraordinaria porque en la Iglesia católica se desempeña muy poco. De hecho casi no se desempeña. Salvo que una persona esté en una orden religiosa o en una comunidad que tenga las cosas muy claras, el acompañamiento personalizado en el estilo en que lo entiende Pablo se utiliza muy poco. Es como una especie de figura que se ha ido perdiendo con el tiempo, quizá comenzó en el momento en que se perdió la institución del catecumenado, y desde entonces ha pasado mucho tiempo, pero es un don de extraordinaria importancia, y la ausencia de este es una de las causas por las que muchos católicos no entiendan o conozcan nuestra hermosa fe Catatolica y se pierdan tantas riquezas que encierra.
¿Es necesario tener un acompañante?
Existen personas que aparentemente tienen muchos conocimientos, o tiene una formación teológica específica muy buena, pero difieren en la practica de todo lo que saben. Eh aqui donde entran los acompañantes, en ayudar a poner en practica todos los conocimientos en el día a día en ayudar a poder ver con los ojos de Cristo y amar con su mismo corazón.
El acompañamiento en la Iglesia
El antiguo catecumenado se veía un poco esta función pero el catecumenado se perdió a partir del siglo V-VI porque ya era imposible hacerlo con el crecimiento de los Católicos. Entonces la mayor parte de las personas, a medida que el cristianismo se va transformando una religión de discípulos en practicantes (no tanto en gente que tiene una relación con Cristo como en cuanto a gente que cree una serie de cosas y hace una serie de prácticas a veces independientes de su vida personal o de su comportamiento personal) y se pierde esta institución.
​Acompañante y acompañado
El acompañante tiene como fin convertir a un niño en la fe en un cristiano adulto, así de simple. Obviamente hay una parte que le corresponde al acompañante y otra al acompañado. Es decir, por muy buen maestro que tengas si tú eres una persona no abierta a escuchar, una persona que no quiere cambiar, pues el acompañamiento no va a poder dar los frutos que se esperan.
Para poder obtener los frutos del acompañamiento se necesita tener un corazón abierto a escuchar, la humildad para poder aprender de los demás y la apertura de conocimiento para aceptar no siempre tenemos la razón o que sabemos la respuesta correcta.
¿Se puede ceder en la fe sin un acompañante ?
Esa es una buena pregunta. Parece ser que en algunos casos sí. Por ejemplo, nuestra patrona Teresa de Lisieux nunca tuvo un acompañante. Sí que su hermana Paulina, que fue superior a temporadas en el convento en el que ellas estaban, en algunos aspectos parece haber ejercido como acompañante de ella. Sin embargo ella ya llega a decir en un momento que las almas que no encuentran un maestro, un acompañante, el propio Señor la acompaña, es decir Dios nunca nos deja solos, siempre entra a nuestro lado y en algunas ocasiones nos manda a ángeles para guiarnos hacia El y en otras El mismo lo hace.
Ejerciendo el acompañamiento
Un papel muy importante del acompañante es motivar. Motivar es fundamental porque es lo que más solemos necesitar y porque es algo que todos necesitamos con frecuencia para hacer lo que tenemos que hacer. Necesitamos que alguien esté siempre recordándonos lo buenos que somos, recordando nuestras capacidades, recordando que lo que tenemos de malo es infinitamente inferior a lo que tenemos de bueno. Recordarnos que tenemos un don, recordarnos que tenemos una misión, recordarnos esto, pero lo mas importante de todo es recorarnos que todos creados a la imagen y semejanza de El y que por ende somos amados y debemos ser respetados. Siempre habrá caídas, y ayudar a levantar, animar, también corregir y, sobre todo, sobre todo, sobre todo, vuelvo a insistir otra vez: ayudarte a vivir en tu verdad.
La función del acompañante
El don de acompañar no es lo mismo que el don del psicólogo o del consejero. Hoy en día hay una gran confusión entre ambos. El acompañante no es un terapeuta, porque la función del acompañante es la de llevar a una persona desde los inicios hasta la madurez en Cristo. Esa es la función del acompañante. Es verdad que cuando eso sucede se produce también una maduración a otros niveles, es decir, no se puede dar una maduración en Cristo sino no se da una maduración humana y una cierta maduración psicológica, eso va toda la vez. Pero hay que insistir bien en cuál es el objetivo. Puede haber personas que lo único que quieren es que las escuches pero no tiene ninguna intención ni de entregar su vida a Cristo ni de ser catequizados.
El acompañamiento es para que una persona crezca en Cristo, no para que se sienta mejor ni para que sea de ciertos problemas psicológicos ni para que aprenda habilidades sociales ni para que se sienta más querido… esos son objetivos que pueden estar también ahí pero que son secundarios. El primero es el de conocer y acercarse mas a Nuestro Señor y amarle desde el corazón que El mismo ha creado a su imagen y semejanza.
¿Como encontrar a un acompañante?
En ese respecto es muy importante estar abiertos y entender que no porque esa persona esta dispuesta a ayudarme y acompañarme quiere decir que tendré una perfecta relación con ella, puede darse el caso que instantáneamente se encuentre el compañía perfecta pero de no ser asi, no hay que deshanimarnos solo debemos intentar con alguien más, no todos somos perfectos el uno para el otro, nuestras enseñanzas de vida son distintas y por ende la empatía cambia. Por eso es importante no juzgar, si no me siento en confianza con uno pues habrá alguien mas que sea el perfecto acompañante para mi.
¿Sientes el llamado a ser acompañante ?
Si crees tener el llamado a ser acompañante, felicidades por escuchar el llamado, despues de este llamado te invito a visitar a Jesus en el Santísimo Sacramento y que ahi hables con El, que le preguntes si ese llamado viene de El o de tu propia necedad se servirle. Una vez que tengas la respuesta de El, te pido me contactes para hacer una videollamada para platicar y ver como tus dones pueden ser utilizados para el servicio de Dios a través del ministerio de Magdala.